Esta fiesta, legendaria en la localidad, tiene lugar el día 1 de febrero por la noche. Durante el día los vecinos salen al campo a buscar romero con el que realizan haces antes de llevarlo al pueblo. Será al anochecer cuando le prenderán fuego en mitad de las calles y disfrutarán de una noche festiva alrededor de las candelas. Es tradicional saltar sobre estas, de ahí se conoce a los habitantes de Adamuz como “culiquemaos”. También, los recién nacidos suelen acercarlos a la fogata, “ahumarlos”, como una especie de ritual para ser un “culiquemao”. Dice la tradición oral del municipio, que la patrona, la Virgen del Sol, ahumaba con romero las ropas de su hijo.
Durante la noche, los vecinos preparan parrilladas, usando las ascuas de la hoguera, y en torno a ella se baila y se cantan las tradicionales coplas entre las que destaca «A la flor del romero»:
“A la flor del romero
Romero verde
Si el romero se seca
Ya no florece
Ya no florece
Ya ha florecido
Y la mata del romero
Ya se ha perdido…”
Es digno de destacar el agradable olor del humo de las hogueras de romero que invade la localidad en una de sus fiestas más arraigadas. Desde la carretera de entrada al pueblo puede divisarse una gran humareda uniforme que envuelve a Adamuz.